Me encanta poder compartir hogares que me encuentro por la red con un sello tan personal como este que hoy os traigo de la diseñadora de interiores Larissa van Seumeren. Se trata de una antigua granja, perdida en un pequeño pueblo danés y reconvertida en hogar alegre y desenfadado.
La vivienda, de más de 500 metros cuadrados, es el resultado de la conexión de todos los edificios existentes, donde se mantuvo todo lo que podía ser reciclado de la antigua granja y en las intervenciones realizadas se procuró siempre causar el menor daño posible al medioambiente.
La calefacción del hogar es mediante bomba de calor; el agua de lluvia se recoge, filtra y se utiliza para los baños; las paredes están cubiertas con arcilla natural y las pinturas utilizadas son a base de agua y no tóxicas.
En el interior, se mezclan los detalles originales como las escaleras de ganchillo, con la reutilización de materiales antiguos: se reutilizaron azulejos antiguos creando nuevas composiciones, se recuperaron vigas, tablones y madera de desecho para paredes, armarios y la zona de juegos de los niños; las paredes nuevas se recubren con placas de OSB, y así van mezclando lo rústico con lo moderno, lo nuevo con los materiales reciclados y cada estancia va adquiriendo su propio carácter.
El Resultado: Una antigua granja con mas de 150 años de historia, reconvertida en una casa con un carácter muy original y ecléctica.

Imágenes: Viva vida
A mi me inspiró mucho esta reforma, y a ti?